Horizonte Político

Mañana comienza en Corrientes, pero también en la Nación, el período de sesiones ordinarias. Temas clave se discutirán en el Congreso como en la Legislatura correntina. El Gobierno necesita ayuda, pero no cuenta con números suficientes para hacer fuerza por sus pretensiones. Se impone la necesidad del diálogo.



Por quinta vez en su historia personal, tras un descanso de cuatro años, Ricardo Colombi enfrentará mañana a la Asamblea Legislativa. Irá a la tarde a la Legislatura a leer el discurso con el cual dejará inaugurado el período de sesiones ordinarias del año 2010, un año difícil, tal vez como todos los que gobernó, pero como pocas veces, esta vez con la certeza de que el diálogo es su único camino de progreso.

Sucede que el Gobernador, tanto aquí como en el Congreso de la Nación, no tiene ascendencia más que sobre el 32,77 por ciento de los legisladores (que son 49 en total), lo que lo obligará a negociar las mayorías comunes y, más aún, las mayorías especiales que demanden leyes como las que contienen endeudamientos.

De hecho, más allá de las versiones siempre desmentidas acerca del ofrecimiento que Colombi hizo de los votos nacionales y la posterior rebelión de los supuestos ofrecidos, que se negaron a sumarse a la estrategia kirchnerista de aprobar el Fondo del Bicentenario, quedó en evidencia el escaso predicamento del pope mercedeño sobre sus alfiles parlamentarios, a los que ayudó a llegar, como es el caso de Nito Artaza.

En el Senado de la Nación, es probable que en adelante, siempre y cuando los intereses no se entremezclen, Artaza vote en consonancia con la Provincia, o, para decir mejor, con el Gobierno. Pero no será el caso del DNU.

Pero Colombi tampoco controla el voto del arturista José María Roldán ni el de Josefina Meabe, pese a que hace días, según informó un medio siempre atento a los movimientos de la dama liberal, ya hubo algunos intentos de Ricardo para conversar con la señora que fue su aliada y luego su enemiga política.

En la Cámara de Diputados de la Nación pasa casi lo mismo. El referente agropecuario de su lista, Lucio Aspiazú, ya dijo que votaría en contra del Decreto de Necesidad y Urgencia, al igual que Agustín Portela, dos de los votos que en otras ocasiones tal vez gobierne o, en el peor de los casos, direccione Ricardo Colombi.

Luego están los votos de Rodolfo Fernández, Marijó Areta, José Arbo, Hugo Perié y María Elena Chieno. Son voluntades sin parentesco con el mandatario. Podría tal vez seducir a alguno de ellos, pero no al grueso, que en masa, salvo los peronistas, ya anunciaron su voto negativo al tema del momento: el uso de las reservas del Central para el pago de la deuda pública.



En Corrientes

La cosa no cambia mucho en la Legislatura local. Ricardo “controla” el 30,8 por ciento de los senadores (4 sobre 9) y el 38,4 por ciento de los diputados (10 sobre 26), lo que lo obligará a aplicar una de sus aptitudes tal vez menos desarrolladas, el diálogo, para avanzar en cuestiones clave, dos de las cuales ya se encuentran en las comisiones parlamentarias: el crédito del Prosap, por 150 millones de dólares para desarrollos productivos, y el fondo vial, por 50 millones más, siempre en moneda estadounidense, para la construcción y arreglo de caminos.

Quizás la tarea más compleja se encuentre en el Senado. Allí las opiniones contrarias podrían generar mayores inconvenientes porque la brecha entre oficialismo y oposición es bastante amplia. “Nosotros no queremos poner palos en la rueda ni deseamos que al Gobierno le vaya mal, pero queremos que se nos trate como senadores. Y actitudes como las que asumió el viernes el ministro de Hacienda (los trató con desgano y respuestas más bien ambiguas sobre temas como el presupuesto y el total de recursos que maneja la Provincia) no ayudan a la buena relación del Gobierno y sus representantes con el Senado, que es un poder del Estado”, aseguró en contacto con este diario un legislador justicialista.

En Diputados el oficialismo tiene un bloque lo suficientemente grande y con números como para morigerar efectos de un eventual dos tercios en contra. Está a cuatro votos del quórum y la mayoría mínima, que puede ser posible con el voto en bloque de los liberales, pero el Ejecutivo no conseguirá una mayoría calificada a su favor en tanto no negocie con el resto de las bancadas.

En este marco gobernará Ricardo Colombi, al menos este año, hasta que se produzcan los reajustes habituales en la política vernácula.



Fuente Diario el litoral de Corrientes.