La Presidenta en La Matanza

  • 2010-09-26 09:55:27

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encabezó la inauguración de la sala de salud “Ramón Carrillo”, que va a atender a clientes, trabajadores y vecinos del Mercado Central, y una planta operativa de la empresa Coca Cola ubicada en el barrio Las Achiras de Villa Celina, sobre terrenos del mismo mercado.



Fue recibida por una enorme y entusiasta multitud de vecinos, empleados, militantes y dirigentes sindicales y sociales.



La Presidenta hizo el corte de cintas inaugurando la sala de salud, donde fue recibida por el intendente Fernando Espinoza. Estaba acompañada por el ex presidente Néstor Kirchner, el gobernador Daniel Scioli, la ministra de la Producción, Débora Giorgi, el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y el secretario general del Sindicato de Aguas Gaseosas, Raúl Álvarez, entre otros.



La sala, equipada para atención primaria y de mediana complejidad, con servicios de urgencia y consultorios de odontología, rayos X, traumatología, ginecología y cardiología, instalaciones y servicios que estarán al servicio de los cientos de miles de clientes y trabajadores que llegan al Mercado Central, en especial los fines de semana, y también de los vecinos de la zona que lo requieran.



Luego la Presidenta se trasladó con todos los nombrados a la Unidad Operativa Oeste de la empresa Coca Cola FEMSA Argentina, donde la esperaban el CEO (Director Ejecutivo) de la firma, el mexicano Carlos Salazar Lomelín, otros altos ejecutivos, diplomáticos, empleados de la planta, dirigentes sindicales y sociales locales y nacionales.



Salazar elogió la gestión de la Presidenta porque el gobierno “ha logrado que la Argentina sea un ejemplo mundial por las cifras de su economía, por ejemplo, el 11 % de crecimiento en el segundo trimestre del año”.



El Director de FEMSA recordó que la planta (105.000 m2, tecnología laser para guiar vehículos de traslado interno de cargas) requirió una inversión de casi 100 millones de dólares.



La Presidenta cerró el acto agradeciendo que un ejecutivo de una empresa de capitales internacionales (en este caso, mexicanos) elogiara el comportamiento de la economía argentina, “en lugar de algunos empresarios argentinos que lo critican a pesar de ganar mucho dinero”.



Dijo, retomando palabras del empresario, que “se trata de alinear intereses, los de los empresarios, los de los trabajadores, para armar ese círculo virtuoso que permite a las empresas tener utilidades que le permitan nuevas inversiones para que se generen nuevos puestos de trabajo y aumente el consumo de los productos que esas empresas producen”.



“Es bueno que los empresarios no vean – agregó – a los trabajadores como un gasto, sino como un futuro consumidor de esos productos que ellos mismos elaboran”.