Juventud y violencia
- 2012-12-31 15:07:21
Por el Profesor Carlos Reppalli.La sociedad en crisis en el Siglo XXI.
Vivimos en una sociedad donde la socialización de los jóvenes está en déficit; ya no está en manos de los padres, ni en la escuela, y los agentes socializadores cambiaron y son otros como por ejemplo: las personas que los cuidan, las mucamas, otros familiares, sus pares, la televisión e Internet.
Antes la socialización primaria se daba en el seno familiar con los padres, luego con los maestros y familiares cercanos. Hoy hay muchos hogares disfuncionales, familias ensambladas, es decir vivimos en el Siglo XXI con una realidad distinta.
Este déficit no puede ser cubierto por estos nuevos agentes de socialización ni por medios masivos de comunicación, especialmente la televisión o las P.C., que no fueron concebidos como formadores morales y culturales.
En esta época nos encontramos con padres desplazados, desconcertados, a veces desinteresados, incapaces o indiferentes.
Hoy en día, la mayoría de los niños se crían en un clima de violencia interna con familias rotas o dispersas, con ausencia de referentes y en un contexto hostil de violencia externa, en algunos casos llevan al aislamiento de los jóvenes adolescentes (edades de 13 a 18 años) que tienen presiones de sus pares y de los grupos, quienes para entrar en sus círculos les exigen ingresar en las drogas, el alcohol y/o iniciarse precozmente en el sexo, en este momento recuerdo que la presión de pares o grupal puede ser con el latiguillo: "no seas careta "¦" que se da en cualquier estrato social.
El individuo además del ambiente en que nace, tiende a agruparse o a unirse a otras personas donde comparte gustos, creencias, clubes, partidos políticos. La conducta grupal diluye la identidad en la multitud y también su responsabilidad.
Los jóvenes en su búsqueda de identidad, se unen a las modas, tendencias, pensamientos, costumbres, que usan el lenguaje y símbolos que él identifique como las tribus urbanas más conocidas son los "góticos" (Londres 1981), los "punk" (Londres 1970), los "raperos" (años 70 en Jamaica), los "hip hoperos" (Nuex York, años 70) y los "skinheard" (Londres, 1960).
La situación en América Latina, casi la mitad de la población tiene menos de 24 años, mientras que la juventud es el motor de desarrollo de un país, perderla es una manera de no alcanzar los niveles potenciales de desarrollo, como así tenerla inactiva es una fuente de disturbios, sea de violencia intra-familiar o doméstica (es la que se da en el seno de un hogar) y extra-familiar (hacia la sociedad en general, léase violencia escolar, laboral, vecinal, social, política).
Como sociedad también generamos violencia invisible o silenciosa, al no permitir el acceso a las necesidades básicas como el hambre, la miseria, las enfermedades no atendidas, que todas producen daño y en consecuencia generan la reacción de los afectados, esto también es fuente de conflictos.
No se trata de encasillar o etiquetar los problemas el "delincuente", el "falopero", etc. La solución es el abordaje integral y multidisciplinario de los problemas, con más policías en las calles no se resuelve, se trata de crear ámbitos de contención y de escucha para los niños, adolescentes y jóvenes para que tengan espacios de recreación y construcción de un proyecto de vida.
De crear servicios y programas para la protección del bienestar, el desarrollo de los mismos y para la prevención de la delincuencia juvenil, las drogas, sean oficiales o privados.
La educación representa una de las grandes preocupaciones de la época. Nosotros en Argentina tenemos instituciones que nos enorgullecen como la UNLAM y tantas otras universidades públicas y gratuitas que nos permiten formar a muchos jóvenes (incluidos a los futuros Policías matanceros) y darles un futuro, esto es una posibilidad de ascenso social que se da en muy pocos países en el mundo, recordemos que vienen a estudiar a nuestro país inmigrantes de todas partes, no solo de Latinoamérica, de Europa, de América del Norte.
Lo propio puede decirse de los hospitales públicos donde se da atención gratuita a cualquier persona.