Analizaron los juicios de Lesa Humanidad

  • 2011-11-23 13:21:09

Funcionarios nacionales destacaron hoy el proceso de "memoria, verdad y justicia"

impulsado por el gobierno desde el 2003 y resaltaron la influencia en el cono sur de los juzgamientos a represores por

crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura.



Así lo hicieron durante un seminario para difundir los avances de esos procesos judiciales cometidos durante dictaduras

sudamericanas, que se realizó en el Centro Cultural Haroldo Conti,

en el marco del programa "Memoria en Movimiento" de la Secretaría de Comunicación Pública.

EL secretario de Derechos Humanos,

Eduardo Luis Duhalde,

destacó que la prensa internacional reconoce como "un proceso único" al que se lleva adelante en Argentina y resaltó la decisión

política tomada en el 2003 por el entonces presidente Néstor Kirchner de "recuperar los fundamentos éticos del Estado".

 "Eso dio lugar a este proceso de juicios", evaluó y subrayó que "lo que se destaca internacionalmente es que el juzgamiento no se hizo ni a través de tribunales internacionales, ni de tribunales especiales, ni por medio de leyes especiales".



 Duhalde consignó que "los procesos no son ocultos sino orales y públicos y con todas las garantías del debido proceso" y detalló que hasta el momento hay 262 condenados por crímenes de lesa humanidad y 20 absueltos por ausencia de suficientes pruebas.

"Preferimos una justicia tardía a una injusticia eterna", afirmó Duhalde, en alusión al tiempo que demoró la reanudación de los procesos judiciales contra represores.

El secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina, por su parte, aseguró que el proceso de memoria, verdad y justicia "tiene que ver con el regreso de Argentina a la civilización del mundo".

 Sostuvo que la cuestión de los derechos humanos no se relaciona "con izquierdas o derechas, sino con cuestiones de

humanidad". "Esto no tiene que ver con una cuestión partidaria ni ideológica: que los responsables de crímenes aberrantes circulen por las calles hiere al sentido de la humanidad", entendió Abal Medina.

 Por otro lado, destacó la necesidad de que la memoria "esté en movimiento" y consideró que eso debe ser "una tarea permanente y vigorosa del Estado y de las organizaciones".

"Lo que logramos avanzar es sustantivo y nos enorgullece como argentinos", postuló Abal Medina y elogió el "enorme coraje y la

decisión política" de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner de impulsar esta política de memoria, verdad y justicia

"cuando nada hacía pensar que era redituable y conveniente".

 A su turno, el canciller Héctor Timerman destacó la "enorme influencia que tiene Argentina en el cono sur" en el juzgamiento de los crímenes cometidos durante la última dictadura.

Resaltó el trabajo de corresponsales extranjeros que durante el regimen militar, quienes "dieron la versión inconveniente de lo que sucedía en Argentina".



"También en democracia hay voces que no se escuchan y que se encuentran al margen de un sistema que casi naturalmente se mueve

por intereses económicos; no es en vano que las democracias más avanzadas legislaron en contra de los monopolios mediáticos", reflexionó.