Horizonte Político

Los monseñores García y Torres Carbonell, junto a sus pares de Merlo-Moreno y San Isidro, se reunieron con el Gobernador en La Plata. “Es una realidad con una urgencia grande que demanda una respuesta”, aseguraron.

Los obispos matanceros, Eduardo García, de la Diócesis de San Justo; y Jorge Torres Carbonell, de la de Gregorio de Laferrere, se reunieron, este martes, con el Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, “con la preocupación fundamental por las tomas de tierras”.

“Hablamos de la situación en nuestros municipios, con usurpaciones constantes y graves condiciones de hacinamiento en los barrios populares, que es algo que se viene acumulando desde hace años pero, cada vez, las familias tienen menos espacio para albergar a sus hijos y nietos. También, vemos dificultades para pagar los alquileres y mucha gente en situación de calle”, contó Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno, otro de los participantes del encuentro que se completó con Oscar Ojea, obispo de San Isidro y titular de la Conferencia Episcopal Argentina.

Maletti: "Con el Gobernador, coincidimos en el diagnóstico, pero habrá que esperar las respuestas, que tenemos que dar entre todos pero, sobre todo, con el impulso que tienen que dar los Estados".
La reunión con el Gobernador, que tuvo lugar en la Casa de Gobierno, en La Plata, se dio un rato después de que el mandatario provincial presentara el Plan Bonaerense de Suelo, Vivienda y Hábitat, con el que se proyecta invertir 190.186 millones de pesos hasta 2023, como respuesta al déficit habitacional que la Provincia arrastra desde hace tiempo, pero que quedó en mayor evidencia ante la crisis que agudizó la pandemia.

Maletti explicó que el encuentro, al que calificó como “muy cordial”, se dio “sobre todo, por iniciativa de los obispos de La Matanza”. “Nos pusimos a disposición para acompañar los procesos que se den desde la Provincia para encarar esta situación. Con el Gobernador, coincidimos en el diagnóstico y en la mirada de la realidad, pero habrá que esperar las respuestas, que tenemos que dar entre todos pero, sobre todo, con el impulso que tienen que dar los Estados”, apuntó el obispo de Merlo-Moreno.

Los referentes de la Iglesia, un actor social clave en la pandemia, también destacaron que “hay una necesidad de vivienda digna, que convive con la ociosidad de terrenos provinciales y municipales o de instituciones estatales que están convertidos, muchas veces, en basurales y son espacios de delito”. “Es una realidad con una urgencia grande que demanda una respuesta”, agregó Maletti, quien, también, sumó su preocupación por “las situaciones de violencia y los negociados que se generan en torno a las usurpaciones”.

“Es necesaria una política que permita canalizar estos temas en la gente más vulnerable y que, en el corto plazo, haya una urbanización o, al menos, lotes con servicios que ayuden a encauzar la realidad en medio de esta crisis”, sumó el obispo, quien evaluó que el plan que Kicillof había presentado momentos antes del encuentro “es más que un punto de partida” para resolver el déficit habitacional en el Conurbano bonaerense.

“Estamos a disposición como Iglesia. Tenemos mucho contacto con los barrios y, muchas veces, contenemos y sostenemos las necesidades básicas insatisfechas de muchas familias”, sintetizó sobre el rol que desempeñan en las barriadas populares de la Provincia.
Fuente EL1DIGITAL