Educar en igualdad

  • 2018-11-16 15:17:17

Columna de Opinión - Alejandro Finocchiaro

Por Alejandro Finocchiaro
A lo largo de la historia, la mujer ha ido conquistando derechos que la hicieron avanzar hacia la igualdad: derecho al sufragio -del cual se celebró el aniversario número 67 el pasado domingo 11 de noviembre- , derecho al trabajo, derecho a ocupar cargos públicos, derecho a la integridad, derecho a la educación, entre otros. Pero este es un camino que aún se está trazando.

Podemos señalar como un precedente en nuestra historia un logro de Domingo Faustino Sarmiento conocido pero poco evaluado desde este abordaje: haber traído maestras estadounidenses para fundar la Escuela Normal en la Argentina significó, además del nacimiento del sistema educativo nacional, el impulso inicial para el ingreso de las mujeres al mundo del trabajo. Ellas encarnaron el progreso, afirmaron las bases del país que empezaba a construirse, fueron la llave que abrió para las mujeres las puertas hacia una profesión.

Desde el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación trabajamos en nuevas formas de enseñar que eliminen las disparidades y prejuicios. La educación es la mejor herramienta para que las mujeres tengan los mismos derechos y posibilidades que los varones, focalizando en el respeto, la inclusión y el rechazo a toda forma de discriminación.

A partir de los datos obtenidos en la evaluación Aprender 2017, la secretaría de Evaluación Educativa ha realizado un informe que visibiliza las situaciones de desigualdad entre estudiantes mujeres y varones presentes en nuestras aulas. El análisis de estas cifras permitirá al Ministerio continuar profundizando sus políticas e iniciativas para plasmar la igualdad de género en forma transversal en la educación.

En la encuesta los estudiantes respondieron sobre actividades que les gustaría que la escuela aborde con mayor profundidad. La más seleccionada fue educación sexual, luego violencia de género y otros tipos de violencia, y en tercer lugar el uso de nuevas tecnologías. Sin embargo, hubo diferencias entre las elecciones de los varones y de las mujeres. Los dos primeros temas fueron elegidos por más del 80 % de las chicas encuestadas, pudiendo deducir que ellas solicitan más educación sexual y actividades sobre violencia de género que los varones, que a la vez mostraron más interés por la tecnología.

Las diferencias en el acceso a espacios relacionados con las nuevas tecnologías se evidencian en diversas áreas, incluso en la educación. En este marco, Aprender Conectados,una propuesta de alfabetización digital para que los estudiantes de todos los niveles adquieran las competencias que requiere este tiempo, incentiva a las mujeres a estudiar o vincularse con la programación, la robótica y el mundo digital. A través de Mujeres Programadoras y la Maratón Nacional de Programación y Robótica queremos atraer a las niñas y jóvenes para que se vinculen a estas áreas de conocimiento, con gran demanda en el mercado laboral de toda la Argentina y el mundo.

En la actualidad, solo el 32,5% de los estudiantes de escuelas secundarias técnicas son mujeres. Es por eso que en el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET) se conformó la Comisión de Equidad de Género. El propósito es aumentar la cantidad de mujeres en el ámbito de la Secundaria Técnica e impulsar una mejor y mayor participación en la docencia y los equipos directivos de nuestras instituciones.

Por otro lado, implementamos políticas como Parlamento Juvenil del Mercosur, el cual tiene como una de las líneas principales de debate "la Comisión de Género"; el plan Asistiré brinda capacitaciones vinculadas a esta cuestión y el Programa de Educación Física también aborda el eje de género en sus capacitaciones.

La igualdad entre varones y mujeres como un derecho humano fundamental y como base para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible se ha vuelto un Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y forma parte de las políticas de los principales países del mundo. Esto es es un llamado de atención para seguir trabajando hacia una Argentina justa.

Además, en el Grupo de Trabajo de Educación en el G20 una de las conclusiones contenidas en la declaración unánime de todos los miembros del bloque fue posicionar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en el centro de la agenda, reforzando el compromiso de seguir alentando el acceso igualitario a una educación inclusiva, equitativa y de calidad, dentro de entornos de aprendizaje seguros en todos los niveles educativos. Fomentando la alta participación de niñas y mujeres en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, y adoptando medidas para prevenir todas las formas de violencia y acoso.

Una mujer que no puede desplegar su máximo potencial por falta de oportunidades es una pérdida para toda nuestra sociedad, una privación de su talento, capacidad y creatividad. Nos aleja del sueño de construir un país más justo, igualitario y plural.