A solas, con el ex juez Hernán Bernasconi.

  • 2010-10-11 09:56:10

Hernán Bernasconi, ex juez federal de Dolores, es el autor del libro “Trabajadores Metalúrgicos De La Matanza”.

Bernasconi nació en Ramos Mejía provincia de Buenos Aires; parte de su historia se escribió como asesor de gremios combativos y comisiones internas de zona oeste del conurbano bonaerense entre los años 1973 y 1977 hasta que fue secuestrado y torturado- desaparecido por 10 días. Desde 1984 hasta 1987 fue apoderado de la CGT Matanza y Secretario de Gobierno de la Municipalidad de La Matanza. En los últimos años publicó el ensayo ¿Qué es el crimen organizado? (2004) y la novela Capucha a capucha (2007). Con el pseudónimo Gustavo de Mexía, fue secretario de redacción del suplemento del diario Crónica para La Matanza desde el 2008 hasta el 2009.

HORIZONTEPOLÍTICO dialogó en exclusiva con el Dr. Hernán Bernasconi.



¿Cuál es su relación con la UOM Matanza, para ser uno de los invitados especiales de esta cena del día del metalúrgico?



_En la década del 70, como abogado defendía las comisiones internas de la mayoría de las fábricas metalúrgicas como Martín Amato después se llamó INDIEL, o Santa Rosa que después fue ACINDAR. Fui abogado de muchas comisiones internas de fábricas de La Matanza, básicamente metalúrgicas.

Luego del golpe del 76 muchos delegados fueron detenidos y otros desaparecidos; yo fui abogado de esas familias. Hasta que en el año 77 corro la misma suerte que ellos y me secuestran. Así como a los trabajadores se los expulsaba de las fábricas, a mí me destrozaron el estudio y me tuve que ir de San Justo (cabecera del distrito). Ya en el año 1984 los delegados se reagrupan con la intención de recuperar el gremio, fue así que en noviembre del 84 hay elecciones y desde ese entonces está la conducción de Carlos Gdansky.

Cuando fui destituido y estuve preso por los grupos vinculados al gobierno nacional de Menem; tuve la solidaridad, el apoyo y el acompañamiento de los compañeros metalúrgicos de aquella época que fueron a la cárcel a visitarme, como Carmelo (Affatato) y el ruso (Gdansky).



_Usted relata una amistad inquebrantable, como el metal o el acero.



_Sí, y justamente el ruso me pide en abril de este año, que escriba un libro sobre los metalúrgicos de La Matanza y aquí está, recién salido de la imprenta.



Lo despido agradeciéndole por la nota ,y visiblemente emocionado dice:



_Yo a La Matanza la llevo en mi corazón, nací acá y te reitero, Matanza está en mi corazón.